Traducción de español a danés
El español es el segundo idioma más hablado en el mundo y se estima que unos 477 millones de personas lo hablan como lengua materna. Existe la versión del español que se habla en España y se conoce como “castellano”, pero la gran mayoría de hispanohablantes se concentra de hecho en Latinoamérica y allí el español de cada país tiene también sus propios rasgos. No obstante, el español de todos estos lugares tiene en común su apariencia densa y rimbombante en comparación con el danés. Las frases pueden ser largas y complejas, por lo que el desafío a la hora de traducir de español a danés reside en hacer que la lengua fluya y el tema del texto quede claro.
Desde luego el danés escrito es más concreto y directo: A los daneses no les gusta andarse por las ramas. Nada de rodeos ni andar con pies de plomo. Si se tarda demasiado tiempo en ir al tema, para un danés puede dar la impresión de que se oculta algo o de que nos están intentando camelar. Así que, lo que en español se entiende como cortesía común y preámbulos, en danés se puede percibir como falsedad y distracción. Eso es imprescindible tenerlo en cuenta al traducir de español a danés.
Sin duda el danés es un idioma bastante informal en comparación con el español; ¡a veces sobra con una línea en danés para traducir tres o cuatro líneas en español! Esto se aprecia por ejemplo en el uso de la expresión “por favor”; un elemento indispensable del español que no existe como tal en danés. De ahí que la traducción directa de frases como “Por favor, pulse el botón” pueda sonar muy recargada y falsa en danés. Cuando se trata de traducir del español al danés, es probable que la mejor opción sea ir al grano y ahorrarse los rodeos; por ejemplo “Pulsa el botón”; claro y en pocas palabras.
Lo mismo ocurre con las formas de tratamiento. Al ser un idioma mucho más formal, en español se utiliza mucho la forma “Usted”, mientras que la forma correspondiente en danés ya apenas se usa y suena anticuada. Pero en español el uso de “Usted” muestra respeto y cortesía, por lo que es importante respetar esa costumbre, sobre todo en un contexto de negocios, pese a que a la población nórdica tanta solemnidad le pueda parecer un tanto ridícula. Es esencial adaptar el nivel de cortesía al traducir de español a danés para evitar que el texto en danés rezume una grandilocuencia artificial por influencia del estilo español.