Traducción de textos médicos

La calidad es vital

Para traducir textos médicos es preciso acudir a profesionales con experiencia en el sector que trabajen con gran precisión, respeten estrictamente la confidencialidad de los contenidos y cumplan rigurosamente con la normativa. Se trata de una de las especialidades de traducción más exigentes y consta de distintas áreas de especialización: farmacia, dispositivos médicos, investigación clínica, documentos normativos o ciencia veterinaria, entre otras.

¿Por qué es tan difícil traducir textos médicos?

En primer lugar, se necesita disponer de un profundo conocimiento de la terminología médica. Si ni siquiera entiendes el texto que estás leyendo, es muy probable que no estés capacitado para traducirlo correctamente, ¿verdad? Tomemos la siguiente frase como ejemplo:

XXX es también un inhibidor peptidomimético de las aspartil proteasas del VIH-1 y VIH-2.

A primera vista, puede parecer un texto fácil y corto, pero hemos de admitir que nos resultará complicado entender exactamente el significado si no somos profesionales del ámbito médico. Puede que seas capaz de descifrar el significado con ayuda de algunos glosarios y diccionarios especializados pero, aun así, seguro que no llegas a captar el sentido completo.

Para realizar una traducción médica, es de vital importancia que el traductor entienda a la perfección todas y cada una de las palabras y frases que plasma en el texto. De lo contrario, correría el riesgo de omitir información esencial o realizar traducciones cuyo contenido sea confuso o inexacto. Las consecuencias podrían ser muy peligrosas, ya que es posible que los médicos que lean el texto malinterpreten los efectos de una medicina que estén recetando o que un cirujano no entienda correctamente las instrucciones para utilizar un instrumento médico de manera segura.

Por otra parte, es igualmente importante que la traducción de textos médicos cumpla ciertos requisitos normativos: existen plantillas oficiales para traducir el texto de una ficha técnica o resumen de las características de un producto y también hay plantillas para prospectos; además, muchos países han implementado determinadas recomendaciones en la elaboración de las hojas de consentimiento informado empleadas en los ensayos clínicos. Asimismo, los traductores médicos deben estar familiarizados, por ejemplo, con la Denominación Común Internacional (DCI). Solo de esta forma se puede garantizar el uso adecuado de la terminología médica establecida para hacer referencia a determinadas sustancias y productos, de forma que el texto final sea coherente, claro y fácil de entender.

¿Qué tipo de textos médicos es habitual traducir?

La traducción médica engloba numerosos tipos de textos muy diferentes entre sí. Por ejemplo, encontramos etiquetas y prospectos de medicamentos que deben cumplir determinados requisitos normativos. También se incluyen otros documentos como los Cuadernos de Recogida de Datos (CRD), guías de práctica clínica, material para la preselección de pacientes, manuales para investigadores y documentos relacionados con la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF), todos ellos asociados a la investigación clínica, que es un área de especialidad distinta que cuenta con sus propias normas y regulaciones. Es igualmente habitual la traducción de instrucciones de uso, programas informáticos, manuales para equipos médicos o manuales de producción, que se incluyen en la categoría de dispositivos médicos, así como una amplia gama de otros tipos de textos que abarca desde los historiales médicos hasta los documentos normativos.

Clientes que solicitan traducciones médicas

Nuestro equipo de traductores de textos médicos garantiza resultados de gran calidad para todo tipo de clientes, ya se trate de empresas farmacéuticas, fabricantes de dispositivos médicos y quirúrgicos, empresas biotecnológicas u organizaciones de investigación clínica. Siempre que realizamos traducciones médicas somos conscientes de que los pequeños detalles son de gran relevancia y que tanto la precisión como la rigurosidad en el trabajo son aspectos absolutamente esenciales para ofrecer un resultado de calidad.